jueves, 1 de enero de 2015

más poemas de Hanni Ossot

Hanni Ossott nació en Caracas el 14 de febrero de 1946. Quedó huérfana de madre cuando sólo tenía tres años de edad (pérdida que despertó en ella una gran sensibilidad y una fuerte devoción espiritual. Se desempeñó como profesora de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela (institución donde ella se había licenciado tiempo antes), fue crítica de arte y traductora de poetas como Rainer María Rilke, D.H. Lawrence y Emily Dickinson.
Entre sus publicaciones podemos mencionar los títulos Hasta que llegue el día y huyan las sombras, El reino donde la noche se abre, Plegarias y penumbras, Cielo, tu arco grande, Casa de agua y de sombras y El circo roto.
Obtuvo los Premios Nacionales de Poesía José Antonio Ramos Sucre y Lazo Martí y, en 1988, fue galardonada con el Premio Nacional de Poesía otorgado por el Consejo Nacional de la Cultura (CONAC).
Hanni Ossott falleció el 31 de diciembre de 2002 tras pasar varios años recluída en una casa de reposo.



EL HORNO
El horno es un estuche, un vientre secreto
una madre mecánica que manejo con mis fuegos y mi apetencia
Lo obligo a encender sus paredes
lo gradúo
Le digo: abrasa a tu presa
quema su superficie
ablanda su centro
Le digo: trescientos grados… y su pasión obedece
Amante sólo amante suda fuegos y se deja
invadir por el aroma se deja
regar por los desbordes de aquello que quema.
No es un ángulo
ni se abisma en su centro como una esfera Es
sólo caja de calor
alma no circular cuyos ritmos determino.
El horno es una hechura
un preludio
una red, una trampa
el centro de la casa y de la farsa
Por él la saciedad, el olvido, el sueño, la
embriaguez Ronca el horno y no lo sabe apaga vigilias
y luces
quema la presa aniquila al comensal
Se fuga el animal, se hunde un diálogo en la noche
se entibian las razones el horno se enfría
quedan manchas, huellas de la cena
Los hombres recogen sus abrigos y un cuaderno ahí, una cosa…
Cae
melancólico el sopor.
Es el trabajo del horno impuesto a la fiesta el
rigor del horno
exacto regular
implacable adormidera mecánica
calidez
vientre de la casa
secreto de abuela de hierro y de rejillas.
La reja es otra cosa
y otra el dibujo de la reja
otra y más honda, secreta, es mi división
Y ese invitado, ¡fuera!
¡si no fuese por mis rejas,
la casa
el otro horno que aquí quema!

ALMA
Cerca del peligro, plenamente disponible
-el alma
Entre corrientes, avanzando ciega
Colocada entre lo infernal y la quietud.
Hay una tempestad que arranca el tronco y lo arrastra
Hay una escisión en ascenso desde lo hondo
una marea, un hervor vuelve, regresa
allí para la paz
aquiétate
sé una sola mirada hundida en el ámbito la
mañana, lo claro del comienzo
o la fragua del día
Sé esta única unidad cotidiana
no lo separado
no lo marcado por la diferencia

LA NOCHE Y LA LUZ
La Noche se va haciendo en mí
profunda
revocable como una estación
La oscura esfera de lo oscuro
ha inundado mi ámbito
y se cierra como el beso de dos cúpulas
Ya yo no sé cuál es mi fondo Soy ahora
noche entera
Conservo palabras
pero hoy
ellas no son lo suficientemente diurnas no
pueden guiarme no son linterna
ni lamparita de media noche
Pienso en Delfos, debo recordar Delfos
cóncava
iluminada
abierta
Debo pensar en el espacio más luminoso del mundo
Delfos, lugar nocturno hecho luz
Es preciso
es preciso realizar de la Noche la Luz

ES KLINGT EIN LIED IN MIR
 A Eugen Ossott
Los muertos son estrellas
profundas estrellas enclavadas corno
centros de luz
en el ámbito de la Noche que aparece en nosotros
-Dolorosa
Los muertos son fulgor de permanencia
la Tierra prolongándose infinita infinita en
la lejanía de un astro que desea y se mantiene
como un acto de amor acto entre estrella y
planeta altísima conjunción
acto entre hombre y estrella
Los muertos son puntos brillantes manchas de retención
entre el oscuro mar que habito,
alta y elevada guía cuyo reino es
la fe
el pacto intuitivo entre hombres y astros y el
sol, el centro que nunca sabremos pacto
indecible…
Los muertos son las dolorosas y solitarias
estrellas que no sabemos decir ya Raras,
extrañas
nos dicen diariamente
nos cuidan a destajo
guardianes de nosotros
mudos testigos
Los muertos son la fuente el origen
lo estelar … la razón de una estrella
Son
la violencia a la más profunda mudez
ambos, muerto y estrella, son el ritmo la
propagación del canto ambos la única
música
Suena en mí este canto
Suena en mí esta elegía festiva
honda y altamente
inscrita en sangre piel alma ella me
abona y hace mi tierra
Los muertos son
estrellas.
Los grandes muertos
los perfectos heroicos puros inviolables
e intocables
son constelaciones
Más allá es lo impensable
Ningún hombre puede ser más que una constelación
Ningún hombre merece más que una corona
o un ramo entretejido de laureles
Los hombres muertos son estrellas anónimos
como estrellas imperturbables
haciendo lo que deben iluminar
desde su sacro exitoso fracaso
la honda oscuridad de ser irradiar estériles y
activos arder desde un centro de nada quemar
para que la noche sea visible
Desde aquí, desde mi casa veo mis muertos
plácidos en gira doméstica
En lo extranjero los veo meteoros
lanzados
fuera de quicio
He viajado, me he extraviado
siempre a la sombra de estrellas
a la sombra de mis muertos
vigilan en su fijeza en su continuidad son
el ejemplo
de la altísima armonía
debo seguirlos, debo seguir el compás el
contrapunto de su habla debo escuchar su
luz en mí
Ahora entiendo
sé de estrellas
sé de música y armonía
Me inicio.

La primera trama    
Yo no sabía que la casa de la infancia
me hiriera después
y que sus gasas, sus cortinajes, sus ropajes
se apegaran acumulados
a mi piel interior.
Yo no sabía que debía rasgar esas vestiduras
y dejar hilachas
pedazos
entre el vivir.
Yo no sabía
que había que hacer, y deshacer
como a un tejido
Fiel
a una primera y única trama

La mordida profunda
Hay una mordida profunda
incisiva
en el centro de mi sexo
por la cual yo me erijo como yo misma
y soy,
y poseo y dono.
Regalo mi cuerpo y mi ansia.
Hay una mordida en mí
que doblega al otro
lo arrodilla, lo inclina
por esa mordida se abre un vasto mar de vacíos
vértigos
precipitaciones
abismos
Me cruza una pendiente
me traza un precipicio
en el amor…
y en todas mis secretas junturas
con cuido, con recelo, tú te avienes a mí
y no me sabes.

Ella era bella y de ella aprendí este horror…
¿De qué hablaré hoy?
¿de su rostro?
¿su traje?
¿de sus ojos?
hubo y la vi
una pleamar…
hubo pasado
trajes hermosos colgados en clóset
alcanfor…
y la música
para apaciguar
¿De qué hablaré hoy?
de ustedes?
que no me conocieron?
de ustedes?
que no me conocerán…?
soy sólo hoy un pedazo de luna
el rasgo de una playa
el arañazo de un gato
el beso de uno que se creía violento
y a quien mordí
Ella
era bella.
Y de ella aprendí este horror.

Sólo un cuerpo
A la Nena Palacios
Ahí va la urna
Y yo no tengo lágrimas
Sólo besos
Y un puño alzado, erecto
Por el misterio, por la rabia
También memoria
De danzas
De alegrías
De locura
Oh amor
Te has silenciado
Si hubiese un cielo
Me sentiría feliz
Pero el cielo es una palabra
Un color, unas nubes
Y tú no estás allí…
Somos sólo un cuerpo, una carne, unos ojos
Y esa infinita capacidad de sentir
La paz del Señor y la paz de la Noche
No colman esta pena
¡Cuánto me gustaría bailar desnuda contigo
los Preludios de Chopin
y saltar
para dar gusto a la vida!
Ah, la locura y la muerte,
cómo avergüenzan
son grotescas.

El poema
¿Va escribir esta noche? -Me pregunta la Sra. Carmen
Y yo no sé si voy a escribir.
Yo no sé si el cosmos vendrá a mí
Yo no sé si la serpiente rodeará mi cuerpo
Y me salpicará de su sed
Yo no sé.
La noche está clara
-después de la lluvia
Y mi amor está desperdigado…
Yo no sé si vendrá el poema.
Hay luces, sí
Cantos
Profundo cantos
Hay la humedad la lluvia que llueve desde dentro como mi llanto
De lo profundo y lo hondo
Llueve, llueve.
Edgardo, el fantasma
El novio ya no querido, aparece
Para nada
Como la lluvia
-un ya desconocido
-para nada
Ya indiferente a mí
Llega
Sin interés
A la memoria.

Dios y el poema
Dios
Me quedo todo el tiempo
Ante un poema
Para que salga bien.
Es como una oración
Una invocación

Sólo una ventana
Qué pena
que no llegue el poema
y que el jardín de rosas entreveradas
no esté allí
Qué pena que no haya sido una desazón
y que uno no pueda inventar nada
sino una silla y una aventura
mirando a lo imposible
Rasgaduras, lentitudes, aplazamientos
cuánta soledad
sólo un canto, un aria
lenta
Qué pena
Haber perdido a los hijos, a los hombres
A los caballos
A las libélulas.

El circo roto
-Toda vida es un drama
Rafael Cadenas (en una conversación)
He muerto
he trascendido la muerte
he trascendido la vida
más allá de mí no queda nada
sólo rastrojos
penas
La fiesta se ha apagado
las luces del teatro ya no existen
estoy en la nada
del circo no queda sino un traje raído
cansado
descolorido.




http://www.gentemergente.com/hanni-ossott-voces-de-siempre/




El reino donde la noche se abre

Soy de ese reino...
el reino oscuro, vasto, sin bordes
donde cada cosa se precipita
agitada
En él imágenes
poseen y se agolpan, unas a otras
como en intercambio voraz, instantáneo
No hay cese allí sino duelo o una alegría infinita
un llanto y un miedo cubren esa bóveda
traspasan la circularidad
de un sí mismo siempre pronto al hundimiento
a la exaltación
Porque también hay risas junto a la zozobra
extrema tensión de la alegría
desbordes para la noche oscura
éxtasis
colmación
Soy del reino donde la noche se abre repentinamente
reino de apariciones
en él naturaleza y cosa se acrecen, se intensifican
hablan, irrumpen
Soy allí sin yo, en entrega, tomada
los mares entonces cruzan el cuerpo
agreden poro y piel
o el vacío, una zona gris, blanca
instala su ancha carpa
en el centro del alma
hacia un no saber que se extiende desértico.
Soy de ese reino aún no domeñado
que llega sin permiso y parte cuando quiere
reino difícil, hilarante, confuso y pleno
a veces surge de él una palabra, un símbolo, un ritmo
otras, abate
Mi yo ante él debe estar tranquilo, atento
debe acoger como un abrazo
ese movimiento, esa urgencia, esa prisa
o esa quietud de aguas estancadas
larvarias
Mi ojo debe ser entonces un gran ojo, un faro
el ojo atento del pez que mira
Mi ojo debe separarse del dolor, de los descuartizamientos
entre la oscilación de alegrías y penas
A veces
él debe, pero no quiere
él debe, pero no puede
él sólo quiere también hundirse allí
y una línea de deseo lo atraviesa
deseo de dicha, de amor y muerte
El reino oscuro no nos dice qué trae
no tiene tiempo, carece de medida
abrupto
es espacio para un estar
lleno de lo extraño
colmado de memoria
El es inhabitable, por lo excesivo
y sin embargo, fecundo
En su centro fuegos y aguas, mar rasgando la tierra
zanjando el alma
golpeando sus playas.



Orfeo

Te he dado mis sedas
mi baile, mi danza, mis máscaras.
Te he dado mi cama, mis hornos, mis cocinas
la mesa puesta, adornada con flores y copas,
los cubiertos
Y el invitado venía y admiraba
casa y cuadros
alfombras y platos.La belleza.
Te he dado esta larga pasión
que ahora se teje como memoria difícil.
Te ha amado, bajo cielos y techos
en la calle más solitaria de París, de Grecia o de aquí
- desde el abandono.
Te he otorgado poros de poesía, surcos plenos de sudor
Almas, carne, pelo, cuello, manos.
Tú, hombre irascible... ¿dónde estás?
¿qué mar te socava en mí?
Eres duda y ángel. Promesa incumplida.
Me hiere tu canto,Orfeo.  Bacante soy de ti...
Llevo en mi espalda el rasgo de tus manos
 la rajada
y en mis pulmones
 la respiración que quiero
la otra acallada respiración de muerte.
Carezco de mañana, mi hoy me rasga
¡Tu presencia, Orfeo...tu presencia!
Orfeo, ¿dónde estás? Socórreme.
 Amado.



La palabra de la tierra

Sujétate
Agárrate como un árbol a la tierra
tenso entre sus raíces
fibra y cuerpo
para lo difícil
los vientos
la precariedad
el beso de lunas
Asiéntate con fervor
entre lo duro y lo rocoso
ama eso que te debate
pues te concentra
en el secreto
del íntimo horror
la palabra de la tierra.



El estanque

Mi infancia es hoy un gran estanque
donde me miro
en su fondo verde liquen
piedras alcanzadas por el musgo
peces de rara y brillante especie.
Yo hundo allí mis manos
y agito las aguas
para alcanzar una sombra
siempre evanescente.
El estanque me devuelve el cielo, las nubes
cielo y tierra en él se besan
confluyen.
Yo dibujo allí una imagen, la sueño
mas no la alcanzo. 


Nuestra soledad cubierta de objetos y paredes
entretejida de risas
amigos, hornos, crecimiento de plantas
esa distancia entre habitación y alcoba
beso y caricia
y el lazo obligatorio, tácito
lo convenido para el resguardo
cuidos, protección.
La casa, ese edificio soñado por nosotros
llena, plena de lenguajes
"puesto que de ti y de mí nada puede irse
nada puede ser fuga"
los lazos, las tijeras, los pespuntes
que atan tela a tela
cuerpo a cuerpo.
Y al fondo una ventana
para quien mira
solo.



Se llama coraje
 
Se llama coraje
fuerza del corazón.
Allí están los niños y los hombres
los simples y los fuertes
los débiles, los arrastrados, los sostenidos
Está el amor. El hecho de coraje,
todos pulsando
están los secretos, la angustia
la rara y secreta angustia
el misterio que nos trasvasa
los golpes.
Coraje, la luna es regular, el mar está allí
la tierra permanece
los bordes de la montaña perfilan una seguridad, una quietud.
Coraje, fuerza del corazón para lo inminente
la dolorosa pérdida
el abandono.
Coraje de corazón
alta tensión del alma
en el soportar
en el congregar
en el reunir.



Ulises, el gato

Ulises
tiene el pelo negro, suave
los ojos verdes y en la tempestad, azules
y te contorneas al borde del mundo.
Ulises, te amo,
en la Odisea eras rubio, fornido y sensual
en mi vida eres agresivo y hostil. A veces dulce.
Te beso, para enseñarte a besar.
Acaricio tu cuerpo
te susurro
te doy mi aliento
y tu cola se mueve suavemente...
Ulises: ¿podremos amarnos?
¿No arañarás más mis piernas?
¿No me morderás ya más?
¿No saltarás sobre mí?
Tú todo lo hueles
Mi vida, mis gestos
mis pasos, mi mirada
mi comida, mis sueños
Y yo te hablo:
No. Sí.
Mañana. Pasado mañana.
Mañana Ulises yo te daré mi secreto
Así tú, así tú a mí...
Pero es asunto de dioses
¿Cómo podré conciliar mi beso hacia ti?
¿Cómo podrás conciliar tu beso hacia mí?



Melancolía de un sabio

Cuerpo: dame en ti una isla que asegure del hervor
una casa, una torre
alquílame la ilusión de la certeza
que no me raje incesante tu devenir.
Cuerpo, instálame en ti no como imprecisa fuga
dame la precisión de un contorno
el rostro único
el egoísmo que ata a un rostro
lo opuesto a la embriaguez
la sólida pregunta, la mentira, el matrimonio.




Del Jardín
A Ingmar Bergman
A Luchino Visconti
Si fuese espléndido el jardín
con clowns
y ninfas
con fuentes altísimas
para esconder el amor
Y rosas, un jardín de rosas y de clemátides
Si fuese espléndido el jardín
pleno de orquídeas
de susurros
Pero no es ése el jardín...
aquí hablamos de lo mustio
de lo seco
de lo sin flor
hablamos de lo ido
el amor
lo esplendente
la maravilla.



La flor ganada: Edelweiss

Escalo montañas
soy una alpinista
en búsqueda de la prístina flor
Edelweiss
Mi ansia es un cielo alto
rocoso
pleno de dioses
Mi amor
mi amor
mi amor
es una utopía
- Edelweiss
la florecilla apasionada
entreverada entre las rocas
Cada paso de mis brazos y mis piernas
es un llamado
cada resbalón, una pérdida
Sudo
me acuerpo
miro hacia el vértigo
y trato de no mirar.
Asciendo, asciendo hacia la flor

Y cuando allí está
la arranco
y la guardo en mi bolsillo
como esperanza
luego viene el descenso
¿quién se merece la flor?
¿Qué hombre la merece?


http://www.kalathos.com/dic2001/mouseion/los_diez/ossot/diez.htm
Bibliografía:
El circo roto. 1990-1993. Monte Ávila Editores Latinoamericana C.A., Caracas, 1993.
El reino donde la noche se abre. 1983-1986. Editorial Mandorla, Caracas, 1987.
Cielo, tu arco grande, Tierra de Gracia Editores, Caracas, 1989.
Casa de agua y de sombras, Monte Ávila Editores Latinoamericana C.A., Caracas, 1992.
Plegarias y penumbras, Ediciones Con Textos, Caracas, 1986.
Hasta que llegue el día y huyan las sombras, Fundarte, Caracas, 1983.




EL LIBRO QUE EXÍGIAS
 
A Manuel Caballero, mi marido


Déjame ver
déjame ver lentamente
sobre qué será mi último libro...
Si sobre tus estertores o el fracaso en la caricia.
Déjame pensar
Si será un ridículo Bolero
                - o sólo una espina
de las buenas
de las clavadas hasta lo último de la intimidad
Mi alma ahora vuela
                          canta. Y está muerta.

Minotauro: me he deshecho al fin de ti.
Soy una sandalia, danzo, escribo
escribo todo al borde del Universo y los bordes de mi cuerpo,
soy universal
            lo sé, lo sé...
            ¡Tan profundamente!
Mi alma no tiene límites ni nombres
                sagrada
                me despliego
                             hacia el eterno mar
                             bañada.

Lloro, sí, lloro
                la luna es esplendente
                y yo lloro
                             por ese absurdo libro que exigías.

"Mañana será otro día" - dice Scarlet O'Hara
"Pasa la página" - decía mi padre
               Tocaré la tierra con mis puños
                besaré sus resquicios
                sus oquedades
                sola, con el gato
                rezaré a un dios

Y elevaré mis plegarias
                por los amigos
                los raros
                los misteriosos
                los que no se entregan a mí
                los que me temen

Hay muchos libros que vendrán
            tanta palabra escrita!
            tantos personajes y sus mitomanías!
            tantos temas!

            y la luna iluminada para plegar
                       - pero no me obligues a leer más...

           Oh Dios, ¿quién soy?
           ¿qué hijos daré?
           ¿qué monstruos?
           Sólo un grito lánguido
           solitario
           casi como una pena

                      se impone

Mis mañanas son tenues
          en el perfil de mi ventana
          hay un amor
          rico
          excelente
          sin exigencia de libros.

No, hoy no quiero
leer ni escribir
sólo quiero nadificar
o pensar holgadamente y a nadificar de nuevo.

Marzo, 1991






Los sig. poemas fueron tomados del sig enlace:

https://trazosdelamemoria.wordpress.com/tag/hanni-ossott/


Una playa sin fin
A Valentin Flamerich Ossott,
por los poemas que quiere escribir

Sí, habría que escribirlo así, elevado, devoto, casi total
si fuese posible, un gran poema.
Pero hay interrupciones, los ruidos de la casa,
.                              la respiración del marido. El gato.
Y allí entraría sobre todo el mar
.               convulso él, alto, encrespado
.               golpeando playa y costa, insaciable
.               y el ardor, los cangrejos, siempre arrepentidos.
.               La culpa.     Lo echado a perder, las cosas rotas.
Ese gran poema que lo contuviera todo.
Los vientos.     La melancolía.     El arrastre.
Las largas noches.      Una enumeración de estados.
.            Fiebres.                                        Calores.
Y habría miradas que cruzan palabras para detenerlas.
.            Ojos fijos, casi silentes, propios.
Hablaría de la mentira
.             la casi insostenible mentira, al ras.
Expresaría lo imposible, instalado en el centro del corazón
.             como esperanza.
El poema podría ser como un fluir de aguas
.             en torno a un centro improbable.
Estarían allí los árboles, los amantes, las fuentes,
Dios, la respiración, la sangre, los libros, las muñecas,
las estrellas.
Habría que escribirlo así, abrazado a una totalidad
.                                que se borra en la muerte
.                                como si todo se desvaneciera y se creara
.                                eternamente.
Habría que decir que en él late la pasión
.               una sangre bullente, una efervescencia.
Un poema fuego
honra a algún dios
honra de un lar de la casa, de un resquicio
atento a la tensión de la calidez.
Si se pudiera, si se pudiera escribir
.                              el poema innumerable
.                              el único, el entero
.                              tenso, vibrante
el atravesado por la gravedad y la divinidad
.                              el zanjado por el horror.
Pero el gato nos ocupa
.                                     la cocina nos llama
la solicitud nos distrae.
También irían allí atravesadas las calles, los hombres
.                               las pugnas, las separaciones
y <los pájaros que nos hablan en griego> cuando enloquecemos
.                               de tanto no entender.
Por ello daríamos un salto al infinito. Por ello, el poema.
.                                Si llegase.
Y si llega, viene con él la dicha de ver
la felicidad de contar todos los números del universo
.                              las funciones, los espectáculos
.                              las rarezas, las individualidades
si llegase
..                            la totalidad inundaría mi alma.
.                             Lo absoluto invadiría.
.                             Un dios se haría en nosotros.
Estoy ahora en una playa sin fin. Soy estrella y musgo
.                             Me encrespo.
El poema ha llegado de mi carencia, de mi pobreza.



Sólo una ventana
Qué pena
que no llegue el poema
y que el jardín de rosas entreveradas
no esté allí
Qué pena que no haya sido una desazón
y que uno no pueda inventar nada
sino una silla y una aventura
mirando a lo imposible
Rasgaduras, lentitudes, aplazamientos
cuánta soledad
sólo un canto, un aria
lenta
Qué pena
Haber perdido a los hijos, a los hombres
A los caballos
A las libélulas.



Si no viene

Si no viene
si no llega
déjalo estar
Ello está allí, siempre
como convocatoria
Si no viene
espera
La canción de la luna tiene su tiempo.



De la voz de los Ángeles.

A Rilke
A Patricia Guzmán

Si la voz de los Ángeles
nos sirviera para escuchar
de nuestro descalabro

Pero no, no escuchamos

Sólo de cuando en vez, una tenua voz
un aviso, una premonición
que escapa y llega.

Y los Ángeles son voces
avisos
pero estamos de vuelta a ellos
como si pertenecieran a otro espacio
transparentes
poco locuaces
se alimentan de sí mismos
Como Dios o el Ser

Ellos no llevan el sino trágico de los santos
Ellos no llevan la muerte del Señor.



La palabra de la tierra.

Sujétate
Agárrate como un árbol a la tierra
tenso entre sus raíces
fibra y cuerpo
para lo difícil
los vientos
la precariedad
el beso de lunas

Asiéntate con fervor
entre lo duro y lo rocoso
ama eso que te debate
pues te concentra
en el secreto
del íntimo horror
la palabra de la tierra.


     

hablemos en blanco

hablemos en blanco
hablemos perdiendo los signos

repitamos el primer y último acto
de ser devueltos
en la cópula mínima
del polvo
en la luz




La paz apática

La lasitud
la calma
la espera
frente a un jardín
frente al horno
simples palabras
palabras no dichas
Y esta desesperación
por lo no decible
La paz apática.



Cuerpo
Por asalto el amor
sin preguntas
por asalto el cuerpo
los cuerpos
y comienza la danza
del animal en presa
hasta el agobio
hasta el cansancio
danza de cuerpos
sudores
sangre
rotación de cuerpos
canto elevado canto
a la sacra pasión del cuerpo.



Roturas

He roto capítulos, noches
imágenes de un álbum viejo
Incendiaria
he acabado con frases
reflejos en un cuaderno de notas
Hay cosas por las que no hablaré más
Pero todo vuelve a surgir, punzante
entre el silencio decidido
y apela y demanda

He guardado papeles, memorias, hojas
aminoro así el dolor
y preciso sus perfiles
hundo el asalto de imágenes entre sombras
acallo.

No he despedazado la memoria de instantes de dicha
diminutos tiempos de un abismarse sobre lo sin fondo
de las cosas

no he descuartizado el abrazo
ni la rara plenitud que invade frente al mar

Debo cumplir rituales una y otra vez
debo repetirme y repetirlos
y no saberlos
pues líquidos huyen
para que fundemos siempre de nuevo
la continuidad de nosotros mismos.


Prevalece lo raro
Prevalece el misterio
que haya amor
que haya odio
que existan cuerpos
 :::::::
Prevalece lo raro
las relaciones
los Cantos Gregorianos
el arte, el corno francés
:::::::::
Prevalece el incendio de nuestras pasiones
la rara faz de uno que no se ha ido
sino que se queda
e insiste
por amor y odio
::::::::::
Prevalecen las extrañas miradas
y los cuerpos que no pueden tocarse
por miedo
por extrañeza
por temor.
:::::::::: 
Prevalece la distancia entre los amigos
la palabra no dicha
el gesto guardado
los silencios
en medio de la ebriedad
:::::::::::
Prevalece que haya los otros y lo otro
la “otredad”
el más allá de mí
y el más allá de ti
de lo que nunca puede alcanzarse
::::::::::::
Prevalece este raro plenilunio.
::::::::::::





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