martes, 29 de marzo de 2016

Guillermo Fernández

Otra vez con los ojos abiertos
otra vez con las quejas del suelo por donde camino
otra vez la mierda sobre los planos de reconstrucción
Mis amigos tienen nombres de hospital
y sus almas huelen a pasillos solos y limpios
Pero siempre se debe regresar a casa
y hacer un poco de ruido en los cuartos vacíos
(Había para nosotros un lugar en Nueva Zelandia
una ventana en todos los trenes del mundo)
Para que no entre voy a gritarle a la muerte
a poner vidrios rotos en lo alto del muro
Y velaré mis armas
Mientras vuelves.

31 de mayo de 1973
Guillermo Fernández, La hora y el sitio bajo llave, p.54.

Guillermo Fernández

Bajo mis pasos crece la vida,
el peso de mi cuerpo,
la inseguridad de la dicha.
Me basta el alimento de los días,
las manos invisibles del amigo,
tu sonrisa tan triste,
la melancolía de haberte conocido.

El corazón es fiel,
la noche no.
Basta un instante en la vida,
la fragilidad de las verdades eternas,
el sexo abierto como una flor inextinguible,
o el triste odio hacia los que amamos contra todo.
En algunos rincones de mi cuerpo la luz se sabe.
En verdad te digo que fuera del amor humano
todo lo demás apenas es interesante
y que en la vida no hallaremos nada
que no haya crecido ya en nuestro corazón.

Guillermo Fernández. La hora y el Sitio bajo llave, p.83.


Escúchame: yo sé que nunca más. Nunca más.
Las cosas tienen un sabor triste,
un espesor de bruma bajo el peso de la noche.
El otoño no llega aún,
pero las hojas están distraídas , y caen.
En Chapultepec estacionan los hombres soledad,
giran alrededor de una lámoara que no existe.
"¡ Ah, estrechar un cuerpo desnudo sería la vida!"
dicen frente a una puerta que tampoco existe.

En un sabino se oxida el silencio.
La hierba respira.
Rntre mis ojos y las cosas del bosque cruza tu nombre como
un ciervo silvestre.

Guillermo Fernández, La hora y el sitio bajo llave

lunes, 28 de marzo de 2016

DIARIOS. ALEJANDRA PIZARNIK

MIÉRCOLES, 20, 1956
Tristeza y candor.
Deseos de llorar como un niño recién nacido. Inmensa ternura por mí. Ganas de hacerme pequeña, sentarme en mi mano y cubrirme de besos.

Viernes 22.
Fe en ti sola, Alejandra. Fe en ti sola.
Imposible la plena comunicación humana. Los otros, siempre nos aceptan mutilados, jamás con la totalidad de nuestros vicios y virtudes. O nos detestan por algún aspecto nuestro que les mortifica o nos aceptan por algo que es ángel en nuestra carne. También solemos tener días en los que nos permiten comunicarnos y días en que nos amurallan. Estos últimos coinciden con los días en qué más necesidad de contacto humano tenemos. Seguramente nos rechazan por ese aspecto de mendigos repelentes que proporcionan la angustia y la soledad.
Todo esto,  dicho de un modo confuso. Porque no entiendo casi nada dle asunto. Pero hoy y mañana y siempre repito que sólo es posible vivir si en la casa del corazón hay un buen fuego.